La relación entre las personas que habitan en una casa (al igual que la relación entre quienes trabajan en una empresa, comercio u oficina), hace al FENG SHUI de esa morada.
Si reina el amor, la alegría, la comprensión y el entendimiento esto se sentirá en el aire, en el hálito vital de esa casa.
Si por el contrario, la falta de comunicación y la intolerancia o la agresividad es la moneda corriente, no habrá forma de que ese sea un lugar saludable, pacífico, próspero y feliz, como así lo propone el Feng Shui.
Si reina el amor, la alegría, la comprensión y el entendimiento esto se sentirá en el aire, en el hálito vital de esa casa.
Si por el contrario, la falta de comunicación y la intolerancia o la agresividad es la moneda corriente, no habrá forma de que ese sea un lugar saludable, pacífico, próspero y feliz, como así lo propone el Feng Shui.
"Está en nosotros convertir una casa en nuestro hogar. Es la prolongación de lo que somos, y en ella, se cosechará lo que sembremos".
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